Más de 300 mil cigarrillos decomisados fueron destruidos esta mañana como parte del trabajo articulado entre el Fondo Solidario para la Salud y el Ministerio de Salud en respuesta al compromiso que se tiene de salvaguardar el derecho a la salud, tal y como lo mandata la Ley para el Control de Tabaco.
El valor del tabaco y sus derivados destruidos supera los $70,000.00 Estos productos, que eran comercializados sin los permisos correspondientes, son resultado de los decomisos realizados durante los procesos administrativos sancionatorios contemplados en la Ley para el Control del Tabaco.
«Estos decomisos se originan tras las diferentes inspecciones que realizan nuestros inspectores y jurídicos de la Unidad de Alcohol y Tabaco; así como el personal del ministerio de Salud durante todo el año en diferentes establecimientos como tiendas de conveniencia, bares, discotecas, centros turísticos, tiendas, supermercados, gasolineras, tiendas, barras shows, entre otros”, explicó el director ejecutivo de Fosalud, Dr. Carlos Núñez.
Previo a los decomisos, se impusieron multas a los propietarios de los productos de tabaco y sus derivados, las cuales oscilaban desde un salario mínimo hasta 10 salarios mínimos del sector comercio.
Los productos provenían de Santa Ana, Ahuachapán, Sonsonate, San Salvador, San Vicente, Cabañas, Cuscatlán, La Paz, Usuluán, San Miguel, La unión y Morazán.
En la actividad, participaron, además, el director el director de Salud Ambiental del ministerio de Salud, Lic. Fredy Funes Erazo; así como los directores regionales de salud quienes, según la Ley, son los facultados para tramitar y resolver los procesos sancionatorios y dar fe de la destrucción del producto decomisado.
Todos los esfuerzos que se realizan son derivados del Convenio Marco de Control del Tabaco de la OMS del cual El Salvador es parte desde el año 2004 y ratificado en el año 2014. En ese sentido, las instituciones que conforman el Sistema Nacional Integrado de Salud buscan el bienestar de la población no sólo en materia regulatoria sino también en la prevención y tratamiento de consumo de tabaco y otras sustancias psicoactivas.
Cada año, alrededor del mundo mueren 8 millones de personas por consumo de tabaco de forma directa o indirecta. En El Salvador se registran más de 1600 decesos anuales; además de otros impactos en la salud y en las arcas del Estado.
