El Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) ha desarrollado la cuarta edición de la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes, que refleja una reducción considerable del consumo de productos de tabaco en personas, entre las edades de 13 y 15 años.
La encuesta revela que la prevalencia del consumo actual pasó de un 13.1% en el 2015 a 0.9% al 2021; es decir se redujo aproximadamente 12 puntos porcentuales. En 2015, 10 de cada 100 jóvenes consumían algún producto de tabaco; mientras que, en 2021, el consumo bajó a 1 por cada 100
La reducción evidencia los esfuerzos que realiza el Gobierno del presidente Nayib Bukele, a través de las diferentes entidades que trabajan de forma articulada para fortalecer las políticas de prevención y control de tabaco.
Con este resultado, El Salvador se posiciona como uno de los países que ha alcanzado la meta general 3.a.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionada a: Fortalecer la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT). La meta estaba contemplada a cumplirse en el año 2030.
La encuesta es una medición estándar a nivel mundial que ayuda a los países a cumplir con sus obligaciones en virtud del convenio marco. La misma se realizó a través del ministerio de Educación, bajo la coordinación de Fosalud, la cual fue dirigida de forma virtual a jóvenes en los grados de 7º. a 9º de centros educativos públicos y privados en todo el país.
Otro resultado de la encuesta indica que también ha disminuido el consumo de cigarrillos electrónicos o vapeadores: el consumo pasó de 2.7% en 2015 a 0.6% en 2021.
Además, los jóvenes expuestos al humo de tabaco de forma involuntaria en el hogar y en los espacios públicos abiertos o cerrados registra un descenso: en el hogar fue de 17.2% en 2015 a 10.6% en 2021. Mientras que la disminución en sitios públicos cerrados pasó de 42.7% en 2015 a 31.6% y la disminución de la exposición en sitios públicos abiertos pasó de 42.7% a 37.5% en 2021.
En El Salvador, alrededor de 31 personas mueren cada semana por consumo de tabaco lo que al año significa 1,624 muertes. En el mundo la cifra es de 8 millones de muertes. Además, el tabaco es un factor común de riesgo para el origen de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas e infartos, diabetes y enfermedades pulmonares crónicas, entre otras.
Los problemas generados por el tabaco representan para el país pérdidas económicas por $263.6 millones anuales. Por estos y otros impactos, es necesario seguir trabajando para revertir la epidemia de tabaquismo.
Para sostener los logros, las instituciones seguirán promoviendo programas de prevención entre jóvenes; así como la concientización sobre los efectos nocivos del consumo de tabaco y el uso de dispositivos electrónicos, con énfasis en las plataformas digitales y redes sociales; y, fortalecer los programas de prevención sobre las adicciones a la comunidad educativa.
También, se seguirá fortaleciendo la vigilancia de las prohibiciones de fumar en los espacios públicos abiertos y cerrados, establecidos por la ley.