La Unidad de Proyectos (UPROY) es responsable de la planificación, diseño, coordinación, formulación, ejecución, monitoreo y evaluación de investigaciones y proyectos estratégicos e institucionales, orientados al cumplimiento de los objetivos misionales de Fosalud.
Así, la UPROY se encarga de establecer alianzas con actores nacionales vinculados y especializados en los ámbitos de salud pública y desarrollo sostenible, así como con actores internacionales, en coordinación con la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO).
Ejecución de proyectos e investigaciones
La planificación de proyectos surge a partir de los resultados de investigaciones científicas, impactando de manera oportuna y alineada con los objetivos estratégicos institucionales. Fosalud, mediante intervenciones estratégicas, impacta la salud pública y el desarrollo del país, impulsando la ejecución de proyectos de alcance nacional orientados a garantizar la salud de los salvadoreños.
Estos enfoques se realizan mediante la creación, actualización y fortalecimiento de políticas públicas que establecen marcos legales para la implementación de acciones de prevención y atención de los daños ocasionados por el consumo de sustancias nocivas presentes en los productos derivados del tabaco y el alcohol, considerados los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles.
Proyectos de cooperación internacional para el fortalecimiento de las políticas públicas para el control del tabaco en El Salvador
En cumplimiento de la firma y ratificación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS), el Estado salvadoreño ha impulsado el desarrollo y la ejecución de una serie de medidas sucesivas para fortalecer el marco legal, con el fin de reducir la demanda y oferta de productos de tabaco. Esto es fundamental, ya que su consumo se asocia con más de 40 resultados negativos para la salud, que van desde enfermedades del corazón hasta diabetes y 13 tipos de cáncer. Además, su uso dificulta los esfuerzos para eliminar enfermedades transmisibles, como la tuberculosis.
Con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda ODS 2030), en su Objetivo 3 de Salud y Bienestar, Meta 3.A, se subraya que el consumo de tabaco trasciende el ámbito de la salud pública, dado que «genera pérdidas humanas, impacta la economía por los costos de atención médica y pérdida de productividad, acentúa la pobreza por los gastos en tabaco y médicos de bolsillo que absorben las familias, y contribuye a la degradación del medio ambiente, afectando directamente el desarrollo de los países.»
Es por ello que, al reconocer que esta es una problemática multidimensional, también se concibe al CMCT de la OMS como un instrumento para acelerar el desarrollo sostenible de los países. En él se brindan directrices y herramientas para impulsar el progreso en las dimensiones sociales y económicas, contribuyendo a la mayoría de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El control del tabaco, por lo tanto, contribuye a generar ahorros en las economías nacionales, al evitar los miles de millones de dólares en costos de salud y pérdidas de productividad.
Fosalud ejecuta proyectos orientados a fortalecer las medidas de control del tabaco en el país, cerrando las brechas existentes en las políticas actuales en relación con lo dispuesto por el CMCT, con el fin de garantizar la salud de la población salvadoreña. Esto se logra reduciendo la morbimortalidad, las pérdidas económicas por atención en salud, productividad y costos de bolsillo, así como los impactos ambientales ocasionados por el humo de tabaco y los desechos de las colillas.
En El Salvador, se registran aproximadamente 1,624 muertes anuales atribuibles al tabaquismo, lo que equivale a 31 muertes cada semana debido a enfermedades asociadas al consumo. El 78% de estas muertes son ocasionadas por el consumo directo, mientras que el 22% restante se debe a la exposición al humo de tabaco ajeno.
Por otro lado, el consumo de tabaco también ocasiona pérdidas económicas de $263.6 millones de dólares anuales. De estos, $115.6 millones corresponden a gastos de salud, mientras que $148.0 millones son pérdidas en productividad debido a la mortalidad prematura, ausentismo, presencismo y pausas laborales atribuibles al consumo de tabaco. Por lo tanto, Fosalud ejecuta una serie de acciones estratégicas para erradicar la epidemia del tabaquismo.
Certificación de Espacios Libres de Humo de Tabaco (ELHT) en Universidades
El proyecto de intervención para la certificación de Espacios Libres de Humo de Tabaco (ELHT) cumple con las disposiciones legales establecidas en la Ley de Regulación y Control del Tabaco.
Durante el último año, Fosalud ha otorgado la certificación ELHT a varias universidades del país, entre ellas: la Universidad Evangélica de El Salvador, la Universidad Alberto Masferrer y la Universidad Autónoma de Santa Ana. Estas instituciones cumplieron con los requisitos necesarios para obtener dicha certificación. Además, otras instituciones privadas están actualmente en proceso de certificación.
Logros:
La actualización de los datos sobre la prevalencia del consumo de tabaco y alcohol en la población salvadoreña es esencial para evaluar la efectividad de las estrategias implementadas por las instituciones de salud en la prevención de enfermedades causadas por estas sustancias. Fosalud, como punto focal en el cumplimiento del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, ha sido un pilar fundamental en la realización de diversas investigaciones al respecto.
En 2021, Fosalud, en colaboración con la OPS Washington, realizó la Cuarta Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes (EMTJ) en El Salvador. Este estudio actualiza los datos sobre la prevalencia de consumo de tabaco entre los jóvenes de 13 a 15 años, revelando que el 4.7% de los jóvenes en este rango de edad han consumido algún producto de tabaco alguna vez en la vida. Esto equivale a más de 10,000 jóvenes que han probado productos de tabaco, con o sin humo.
Además, la prevalencia actual de consumo de tabaco en el tercer ciclo de educación básica (jóvenes de 13 a 15 años) muestra que solo uno de cada 100 estudiantes (0.9%) ha consumido tabaco en los últimos 30 días.
Comparando con años anteriores, la prevalencia de consumo de tabaco en 2021 se redujo en aproximadamente 18 puntos porcentuales con respecto a 2003, cuando el porcentaje era del 19%. En comparación con 2015, la reducción fue de aproximadamente 12 puntos porcentuales, pasando del 13.1% al 0.9%. Esta disminución superó el objetivo de la EMTJ El Salvador 2015, que aspiraba a reducir más del 30% la prevalencia en este grupo etario, contribuyendo así al cumplimiento de la meta 3.a de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que busca la reducción del consumo de tabaco.
A pesar de estos avances, aproximadamente uno de cada 10 estudiantes (10.6%) sigue estando expuesto al humo de tabaco ajeno en sus hogares.
Puedes consultar la EMTJ completa aquí.
En cuanto a los adultos, la Encuesta Nacional de Alcohol y Tabaco (ENAT) realizada en 2022 por Fosalud muestra que, entre la población mayor de 18 años, no se han registrado cambios estadísticamente significativos en la experimentación con el consumo de alcohol entre 2014 y 2022. La prevalencia pasó del 51.6% al 47.8%. Sin embargo, se observan diferencias notables entre géneros: en los hombres, el consumo disminuyó en 9.3 puntos porcentuales, mientras que en las mujeres aumentó en 0.6 puntos porcentuales.
Respecto al consumo de tabaco, la prevalencia ha disminuido: El Salvador pasó del 35.1% en 2014 al 29.3% en 2022, lo que representa una reducción de 5.8 puntos porcentuales. La disminución ha sido mayor en hombres que en mujeres. Sin embargo, la exposición al humo de tabaco ajeno en el hogar ha aumentado, pasando del 8.3% en 2014 al 11.9% en 2022, lo que equivale a un incremento de 3.6 puntos porcentuales.
La ENAT completa está disponible aquí.
Por otro lado, en 2024, el Fondo Solidario para la Salud, en colaboración con la Universidad Evangélica (UEES) y la Comisión Nacional Antidrogas (CNA), presentó los resultados de un estudio sobre el consumo de productos de tabaco calentado y cigarrillos electrónicos en estudiantes universitarios de El Salvador, realizado durante 2023.
Los resultados de esta investigación revelan que aproximadamente 50,051 estudiantes universitarios (29%) han consumido algún tipo de producto de tabaco en algún momento de su vida. Este hallazgo permitirá diseñar estrategias de intervención dirigidas a esta población específica.
La Secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS es la autoridad mundial en la aplicación del Convenio. Su función principal es apoyar a las partes en el cumplimiento de sus obligaciones bajo el Convenio, sus protocolos y directrices. Además, proporciona apoyo a la Conferencia de las Partes (COP), el órgano rector del CMCT, y traduce sus decisiones en actividades programáticas.
El trabajo de la Secretaría se organiza en torno a seis áreas clave de actividad:
El apoyo de la Secretaría del CMCT de la OMS ha sido esencial para el fortalecimiento de las políticas públicas de control del tabaco en El Salvador. A través de su asesoría y asistencia técnica, ha colaborado en la elaboración y aplicación de los instrumentos de control del tabaco. También ha puesto a disposición su panel de expertos para desarrollar acciones formativas dirigidas a las instancias gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil vinculadas al control del tabaco.
Para más información, visita la página oficial: Secretaría del CMCT de la OMS.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) es la agencia internacional especializada en salud pública de las Américas. Su misión es mejorar y proteger la salud de la población de la región, trabajando en estrecha colaboración con los países miembros. Esto incluye brindar cooperación técnica en salud, combatir enfermedades transmisibles y crónicas, fortalecer los sistemas de salud, y dar respuesta ante emergencias y desastres.
La OPS impulsa decisiones basadas en evidencia para mejorar la salud y promueve la salud como motor del desarrollo sostenible. A través de su Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental (NMH), coordina y ejecuta actividades de cooperación técnica orientadas a la prevención y control de las enfermedades no transmisibles, donde el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo.
De esta manera, la OPS contribuye al fortalecimiento de las políticas públicas de control del tabaco en El Salvador, brindando apoyo técnico especializado y asesoría en la implementación del CMCT. A lo largo de este proceso, el país ha recibido apoyo desde la revisión de documentos técnicos hasta la gestión de expertos internacionales que han proporcionado asesoramiento específico.
FOSALUD lleva a cabo la gestión técnica y financiera de proyectos e investigaciones a través de alianzas estratégicas con instituciones públicas, privadas y organizaciones no gubernamentales (ONGs). El objetivo principal de estas alianzas es beneficiar la salud de la población salvadoreña, especialmente de los grupos más vulnerables, como la primera infancia, las mujeres y los adultos mayores.
Estas alianzas contribuyen de manera significativa a los objetivos estratégicos de FOSALUD, trabajando en conjunto para mejorar las políticas de salud pública y el control del tabaco en el país.